El 18 de julio de 1995, los Ramones lanzaron su álbum final: «¡Adiós Amigos!», marcando el cierre de una era para una de las bandas más influyentes del punk rock. Con este trabajo, los neoyorquinos dijeron adiós al mundo de la música dejando un legado eterno de energía cruda, letras directas y actitud irreverente.

El disco contiene 13 temas cargados del clásico sonido Ramone: guitarras aceleradas, estribillos pegajosos y un espíritu combativo que nunca decayó. Entre las canciones más destacadas están «I Don’t Want to Grow Up», un cover de Tom Waits que refleja la eterna juventud punk de la banda; «Life’s a Gas», una despedida melancólica que parece escrita para cerrar el telón; y «She Talks to Rainbows», donde Joey Ramone canta con una sensibilidad inesperada.

Producido por Daniel Rey, «¡Adiós Amigos!» combina nostalgia y furia. Aunque el grupo ya había anunciado su separación, el álbum no suena a rendición, sino a un último acto de resistencia. La portada, con unos dinosaurios apuntándose entre sí, es una metáfora visual de lo inevitable: el fin.

Este disco no solo es una despedida, es también una celebración de lo que los Ramones significaron para millones de fans: honestidad, rebeldía, velocidad y un grito que todavía resuena: Hey ho, let’s go!