Joey Ramone – El padrino del punk

Un día como hoy, pero de 1951, nació en Nueva York Jeffrey Ross Hyman, el mundo lo conocería después como Joey Ramone, la inconfundible voz de los Ramones y uno de los íconos más grandes del punk rock.
Alto, flaco, de cabello desordenado y gafas oscuras, Joey no parecía la típica estrella de rock, pero ahí estaba la magia. Desde los escenarios de CBGB hasta los corazones de miles de fanáticos alrededor del mundo, su presencia era tan poderosa como su voz nasal y desgarrada, que se volvió el sello de toda una generación que no necesitaba solos virtuosos ni poses glamorosas para gritarle al sistema.
Con los Ramones, Joey redefinió el sonido del rock: canciones cortas, veloces, con letras simples pero cargadas de actitud. Himnos como “Blitzkrieg Bop”, “Sheena Is a Punk Rocker” y “I Wanna Be Sedated” siguen resonando como un grito de rebeldía juvenil, incluso décadas después.
Más allá de la música, Joey fue un símbolo de autenticidad. Nunca cedió a las modas ni al mercado. Él era punk antes de que el punk tuviera nombre, y hasta su último día defendió ese espíritu.
Hoy, en su cumpleaños, lo recordamos no solo como un cantante, sino como el alma de un movimiento. Porque Joey no murió cuando se apagaron las luces del escenario: vive en cada guitarra distorsionada, en cada pogo, en cada joven que se calza una campera de cuero y grita “Hey Ho, Let’s Go!”.
Feliz cumpleaños eterno, Joey.