El 5 de junio de 2002, el mundo del punk perdió a una de sus almas más salvajes y auténticas: Dee Dee Ramone, bajista fundador, compositor incansable y espíritu incontrolable de los Ramones. Douglas Glenn Colvin, más conocido como Dee Dee Ramone, no solo le dio nombre a los Ramones, también les dio velocidad, letras directas y una actitud que cambiaría la historia de la música.
Aunque dejó la banda en 1989, su legado sigue marcado en cada acorde de “53rd & 3rd”, “Chinese Rocks” o “Rockaway Beach”, himnos que salieron de su puño y rabia.

Dee Dee luchó gran parte de su vida contra las adicciones, lo cual terminó llevándoselo con solo 50 años. Pero su energía sigue viva en cada escenario punk del mundo. Nunca fue perfecto, y tal vez por eso fue tan real. Recordarlo no es solo homenajear al músico, es entender que el punk nació de almas rotas que eligieron gritar en lugar de callar.

Hoy lo recordamos con ruido, con pogo y con gratitud.
Porque Dee Dee no murió… Dee Dee es eterno.