En un día como hoy, pero de 2002, Ozzy Osbourne lanzó Live at Budokan, un álbum en vivo grabado en el legendario Nippon Budokan Hall de Tokio, Japón. Este registro captura la energía salvaje y cruda del Príncipe de las Tinieblas en una noche inolvidable del 15 de febrero de 2002, junto a una formación demoledora que incluyó a Zakk Wylde (guitarra), Robert Trujillo (bajo) y Mike Bordin (batería).

El disco tiene un setlist cargado de clásicos, como “Crazy Train”, “Mama, I’m Coming Home” y “No More Tears”, mezclando nostalgia, potencia y una ejecución impecable. La voz de Ozzy, aunque marcada por los años, mantiene esa esencia que lo convirtió en una de las figuras más icónicas del heavy metal.

Este disco no solo es una celebración de su carrera, sino también un testimonio de su capacidad de seguir levantando multitudes en directo, con la misma locura que en los años 70. Live at Budokan se convirtió en una joya para los fanáticos del metal en vivo y reafirmó que Ozzy sigue siendo, sin lugar a dudas, el Príncipe de las Tinieblas, no se que tiene que ver pero lo es.