El 15 de septiembre de 1987, la historia del punk sumó un nuevo capítulo con el lanzamiento de Halfway to Sanity, el décimo álbum de estudio de Los Ramones. Con más de una década de trayectoria, la banda neoyorquina buscaba mantener viva la llama de su característico estilo punk, pero también abrir espacio a nuevas influencias.

El disco, producido por Daniel Rey, mostró un sonido más áspero y crudo, con temas que oscilaron entre la velocidad punk clásica y matices más oscuros y agresivos. Canciones como I Wanna Live, Bop ’Til You Drop y Garden of Serenity dejaron claro que los Ramones seguían fieles a su identidad, pero con un aire renovado en medio de una escena musical cada vez más dominada por el heavy metal y el hard rock. Aunque no alcanzó grandes cifras de ventas, Halfway to Sanity reflejó la resiliencia y autenticidad de la banda. Fue además uno de los últimos trabajos en los que participó Richie Ramone como baterista, marcando el cierre de una etapa dentro del grupo.

Con este álbum, los Ramones demostraron que, pese a las tensiones internas y los cambios de época, su espíritu punk seguía intacto. Halfway to Sanity permanece como un recordatorio de que la banda nunca dejó de avanzar, incluso cuando el camino parecía incierto.