El día que explotó Vélez: Ramones y Motörhead en Argentina (1994)

Hace 31 años, el 14 de mayo de 1994, Buenos Aires vivió uno de los hitos más salvajes e inolvidables de la historia del rock internacional en nuestro país. En el estadio de Vélez Sarsfield, dos bandas icónicas –Ramones y Motörhead– se unieron para entregar una noche que quedó grabada en la piel, el cuero y los corazones de miles de fans argentinos.

El cartel era una bomba: los Ramones, en su mejor momento de popularidad en Argentina, regresaban para presentarse en un estadio lleno, por primera vez en su carrera en Sudamérica. Y como si eso no fuera suficiente, la apertura estuvo a cargo de nada menos que Motörhead, con Lemmy Kilmister al frente, desplegando su potencia sónica sin concesiones.

Fue una combinación impensada, pero que funcionó con una química explosiva: el punk crudo y directo de los Ramones, con su ráfaga de canciones cortas y frenéticas, se complementó con el hard rock pesado y áspero de Motörhead. Dos mundos distintos, pero unidos por la actitud, la velocidad y la fidelidad de sus seguidores.

Para entonces, Argentina ya era considerada por la banda como su “segundo hogar”. Joey, Johnny, Marky y C.J. eran tratados como dioses del punk cada vez que pisaban el país. En Vélez, la devoción fue total: remeras, banderas, cánticos y una energía que pocas veces se ha vuelto a ver. Tocaron clásicos como Blitzkrieg Bop, Sheena Is a Punk Rocker, I Wanna Be Sedated, Rockaway Beach y muchos más, todos coreados como himnos por un público que los conocía de memoria.

C.J. incluso dijo en varias entrevistas que tocar en Argentina fue lo más cercano a sentirse como The Beatles en su apogeo, y no exageraba: los fans acampaban días antes, corrían tras las combis, lloraban, gritaban, vivían.

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